A continuación, te contaré algunas experiencias de mi vida, para presentarte el maravilloso descubrimiento que ha sido para mí la psicología positiva. Desde ése primer encuentro hasta compartirlo con otros, para ello esta nota está dividida en seis secciones:
- Encontrando la psicología positiva, un golpe de suerte.
- Viviendo la psicología positiva, un compromiso.
- Descubriendo la psicología positiva, un tesoro.
- Entendiendo la psicología positiva, el desafío.
- Compartiendo de la psicología positiva, la misión.
- Hablemos de la psicología positiva, en contacto.
Espero que disfrutes de esta publicación, que aprendas algo nuevo sobre la psicología positiva y si te animas comparte tus experiencias escribiendo algún comentario al respecto.
Encontrando la psicología positiva, un golpe de suerte.
Cuando era niño, rondaba los 3 años, una señora que estaba buscando ingresos extras, le ofreció a mi mamá una boleta para una rifa de una vajilla de 6 puestos; aunque no tenía el dinero necesario, fue convencida porque le aceptaron el pago en tres contados, pero como ella no sabía qué número elegir, me preguntó cuál de todos los puestos libres debería escoger… fácilmente respondí señalando uno de los números disponibles, el que después del sorteo de la lotería fue el ganador del premio mayor.
Obviamente todos quedamos muy contentos, la señora de la rifa, porque vendió todos sus puestos, mi mamá porque se ganó la vajilla para el comedor que tanto se necesitaba y yo, feliz porque desde ese momento empecé a ser tratado por los mayores con cierta especialidad, pues atraía la buena suerte.
Es así como sin darme cuenta o proponérmelo, había encontrado la psicología positiva, quizás debería decir que ella me había encontrado. Como sea, desde ese descubrimiento, siento que me ha rodeado y hasta cuidado, porque mientras crecía, estaba escuchando permanentemente de los mayores, reforzamientos positivos al respecto.
Se volvió un tema común en mi entorno, constantemente me decían que yo tenía buena suerte; tanto lo dijeron que, sin prevenciones o límites, lo creí naturalmente por completo. Quizás esa es una forma muy común de cómo llegamos a creer muchas cosas que se nos repiten mientras vivimos. ¿Te ha pasado que crees en algo porque siempre lo escuchaste, o lo repetiste?
Viviendo la psicología positiva, un compromiso.
Ganar esa rifa de niño fue un momento inolvidable, especialmente para los mayores, porque sin importar el tamaño o valor de ese premio, empezó en mi entorno familiar una dinámica de pensar en las cosas positivas, de sentir la alegría de ser un ganador, de creer que sí era posible ganar en la vida, que los premios estaban al alcance de nosotros. En resumen, se presentó una oleada de positividad, de alegría y optimismo.
Desde ese momento, fue como si la psicología positiva que se centra en el bienestar y mejor funcionamiento del ser humano, buscando lo que nos hace felices, estuviese iluminando con una renovada energía mi camino, haciendo alcanzable el mundo, mejorando la visión del entorno y sembrando semillas de bienestar en mi corazón, en mi mente y en mis creencias; porque sin saberlo todavía, tuve la suerte que mi mentalidad se modelara con un enfoque principalmente optimista, permitiendo por tanto la presencia de la alegría, la esperanza, la diversión y la gratitud, entre otras emociones, que se reflejaban sin mayor esfuerzo en mis ocupaciones diarias.
Mientras estaba rodeado de otras personas, algunas mejores, otras iguales y unas no tanto, en todas las actividades que desarrollaba, hiciera lo que hiciera, pensaba con una convicción profunda que era posible tener el mejor desempeño; sentía que al entregarme completamente sería un ganador, quizás sin llegar en el primer lugar, quizás sin tener el premio mayor, pero siempre haciendo mi mejor esfuerzo, que en ese tiempo era por supuesto los estudios, empezando por la escuela, siguiendo con el colegio y después en la universidad.
Así perdiera, fuese el segundo, tercero o menos, tenía la convicción de que era un ganador, que siempre existía otra posibilidad, una revancha, porque mi compromiso era dar lo mejor, usar mis fortalezas para superarme día a día, aprendiendo con resiliencia que la vida generalmente está llena de altibajos, desafíos y alegrías; una mezcla ininterrumpida de experiencias, algunas positivas y otras no tanto… que lo más conveniente es enfocar la atención en lo bueno, lo positivo sin prestarle mucho cuidado a lo que está mal… ¿Alguna vez has pensado o te has preguntado qué sucede cuando nos centramos en lo positivo?.
Descubriendo la psicología positiva, un tesoro.
Es justo reconocer que algunas creencias de nuestros mayores contemplan la perspectiva optimista de la vida, el amor, la bondad, al recomendarnos por ejemplo que nos enfoquemos en aquel vaso que está medio lleno y no prestarle atención al que está medio vacío, me encontraba perdido, porque al revisar lo que normalmente sucede a nuestro alrededor, muchas veces encontraba que se hace todo lo contrario, que se habla de lo malo de aquello, de lo feo de lo otro, de qué lástima que no se hizo como se debería… lo cual me incomodaba porque sentía que no estaba en armonía con mi forma de ser.
Estaba ya acostumbrado a sentir esa incomodidad, de creer que el problema era yo, que la forma de pensar y actuar de los demás era la correcta, por lo cual algunas veces me esforzaba por pasar desapercibido, para no ser el diferente; trabajaba constantemente en ser uno más… del montón, en hacer las cosas que se debería hacer, como los demás, pensando y hablando como los otros. Aunque es necesario reconocer que no siempre era fácil y en alguna que otra ocasión no era posible hacerlo.
Si bien, a lo largo de nuestra historia, encontramos algunos planteamientos apoyando los aspectos positivos de los seres humanos, apenas en los últimos 10 años del siglo pasado, en el área de la psicología, empezó un movimiento científico que planteó cambiar el enfoque de estudiar y tratar solamente los aspectos más negativos de los humanos, de centrarse en sus patologías, para darle más importancia, a todos los aspectos saludables y de felicidad de nuestros pensamientos, por lo que nació la psicología positiva.
Después de investigar varios años temas de superación, sentí que había encontrado un tesoro. Cuando me sentí identificado con esta filosofía de vida que se fundamenta en el concepto de que, al centrarnos en los pensamientos, sentimientos y acciones positivas, podemos crecer como seres humanos y mejorar nuestros sentimientos. ¿Te gustaría crecer como persona y mejorar tu bienestar?
Entendiendo la psicología positiva, el desafío.
Aunque no siempre es fácil hacerlo, durante mi vida, he tratado de revisar y tener en cuenta los datos antes de actuar, para después tener la tranquilidad que haber obrado lo mejor que se ha podido con la información correspondiente, en las circunstancias específicas. Por tanto, ya lo has de suponer, tan pronto encontré la psicología positiva, empecé a leer cuanto artículo encontraba sobre el tema; cada vez me hacía saber más y querer comprender sus bases científicas, al sentirme identificado y de alguna forma incluido.
Es así, que pude entender que sus ideas, definiciones y conclusiones, están fundamentadas en el llamado método científico, para lo cual necesitamos recordar que así se le llama a una forma de proceder utilizada por los estudiosos de muchas disciplinas, los cuales, mediante unas sistemáticas y controladas observaciones, mediciones y experimentaciones, pueden llegar al planteamiento de ciertas hipótesis para explicar satisfactoriamente algunos hechos estudiados, minimizando cualquier subjetividad al respecto.
Es posible que para la mayoría de nosotros, que seguramente no somos sicólogos, suponga todo un desafío entender las bases científicas de la psicología positiva, pero les confirmo que no es necesario entenderlas, es más, ni siquiera se necesita comprender cómo funciona o conocer de ella misma para seguir sus fundamentos, para sentir por ejemplo la resiliencia, la gratitud y el optimismo.
Si queremos encontrar resultados positivos en nuestras vidas diarias, así como desarrollar relaciones saludables con los demás y proporcionarnos un sentido generalizado de felicidad, lo primero que necesitamos hacer es reflexionar sobre lo que en verdad deseamos, después comprometernos con nosotros mismos en utilizar los elementos más convenientes para alcanzar nuestros propósitos y finalmente, trabajar en ellos sin desfallecer ¿aceptarías conocer qué comportamientos le han resultado favorables a los demás?.
Compartiendo de la psicología positiva, la misión.
En mi experiencia, cuando he encontrado algunas personas expertas en saboteos, incluso a ellas mismas, diciendo que ciertas cosas son imposibles o no van a funcionar, otras que aseguran que es poco probable que algo se haga o funcione, entonces mi mente o mi corazón me dicen que sí son posibles. Recuerdo que desde pequeño he sido un ganador, que por muchas opciones en contra, conservo la esperanza de encontrar el número del premio mayor o una de las soluciones escondidas.
Les comparto que practicar la psicología positiva ayuda en mantenerme motivado, especialmente cuando surgen problemas o desafíos; estoy convencido que vivirla puede ser natural para algunos, para otros quizás se tendrán algunas dificultades, pero si buscamos y encontramos la ayuda pertinente, muy seguramente es un compromiso que todos podemos asumir, en la confianza que el resultado final siempre vale la pena.
Lo que he aprendido ha sido de maestros que, en diferentes formatos, han compartido sus experiencias, sus conocimientos, sus recomendaciones y en algunos casos sus sueños y aspiraciones para promover la psicología positiva a toda la humanidad; ejemplo que estoy siguiendo con éstas palabras, dando a conocer sus generalidades y con otras próximamente para saber más detalles.
He decidido empezar la misión de compartir mis aprendizajes con todas las personas que quieran aprender de ellos, en la confianza que algunas palabras inspiren a quienes estén buscando tener un mayor bienestar o ayuden a explorar cómo podemos aplicar algunos principios para llevar una vida más plena y satisfactoria. ¿Alguna vez has descubierto nuevas formas de ver o hacer las cosas?
Hablemos de la psicología positiva, en contacto.
Como has leído, estas palabras son el testimonio de cómo algunas experiencias en nuestras vidas, que parecen simples en ciertos momentos, con el tiempo pueden tener un impacto duradero, para nosotros o para otros. Por ello te invito a compartir tus propias experiencias relacionadas o no con la psicología positiva, ya sea respondiendo alguna de las preguntas realizadas o simplemente conversando sobre el tema.
Al compartir respetuosa y oportunamente ciertas experiencias, ideas, sugerencias, observaciones o comentarios, ayudas a crear un sentido de comunidad, con lo cual se facilita el diálogo y la comprensión, por tanto ¡Sí… puedes hacerlo! Nuestra comunidad está abierta a todos.
En estos tiempos del siglo XXI, la comunicación digital facilita intercambiar ideas y aprender de otras personas, siendo un factor clave para desarrollar nuestros conocimientos, por tanto, a vuelta de correo tendrás una plantilla sobre las 5 dimensiones del autocuidado, la física, la emocional, la social, la espiritual y el estilo de vida, para que te evalúes en cada una de ellas.
Hasta la próxima, cuando hablaremos algo de la historia de la psicología positiva.
JULIOMAYAPLUS
Nos volveremos a encontrar entonces por Instagram… LinkeIn… Facebook o Youtube…
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